
Poblado Ibero del Puig de la Nau

El Puig de la Nau es una pequeña montaña que está situada al norte del término municipal de Benicarló, junto al cauce del barranco de Aiguadoliva, el cual sirve de límite natural entre el territorio de Vinaròs y el de Benicarló. En la vertiente este de esta montaña, a una altura que oscila entre los 95 y 110 m sobre el nivel del mar, hay restos de un antiguo poblado que datan del siglo V a. de C. y que, presumiblemente, constituyen el origen de la población de esta llanura litoral en la que se encuentra la actual ciudad de Benicarló.
El Poblado del Puig de la Nau es del tipo denominado de ladera, con algunas calles de trazado horizontal que se van adaptando al relieve de la montaña, y otros que suben hacia la parte alta donde se encuentra la muralla. Lo más destacable que se observa en la actualidad son las altas paredes de las viejas viviendas, testigo de la más antigua cultura urbana que se desarrolló en territorio benicarlando.
Cabe destacar la excelente conservación de las paredes de las viviendas, que alcanzan los dos metros de altura, y la perfecta conservación de la arquitectura defensiva con las murallas, la puerta de entrada a la población, y las torres con alturas que superan los dos metros y medio en algunas zonas.
Las diversas campañas de excavación en el Puig de la Nau, denotan una superposición de hábitats cuya cronología abarca desde el final de la edad de bronce y principios de la edad de hierro, hasta el período de plenitud de la cultura ibérica, es decir, desde el siglo VIII hasta el V o inicios del IV a. de C. En este último momento aludido corresponde la época de mayor esplendor del poblado; se conservan los restos de viviendas que permanecen aún en pie, así como muchísimos materiales arqueológicos que han ido apareciendo en el transcurso de las excavaciones efectuadas en el yacimiento.
Algunos de estos materiales y su presencia en el poblado manifiestan una importante relación de sus habitantes, al menos de carácter comercial, con gente procedente del ámbito colonial mediterráneo: fenicios, púnicos y griegos. De la influencia cultural de estos pueblos estalló la que conocemos como cultura ibérica, los momentos de mayor auge económico y cultural que se corresponden, tal como apuntábamos antes, con los siglo V-IV a. de C.
Su excelente estado de conservación, las características urbanísticas y la robustez de las construcciones lo convierten en uno de los más relevantes de la Comunidad Valenciana.
El poblado ibérico se puede visitar todo el año. Las visitas hay que concertarlas previamente en el MUCBE: